Un pico con unas grandes vistas de 360º…¡¡y por debajo una carretera!!.Así es de singular la subida al Tuc deth Port de Vielha.
Pues si, parece increíble y un poco “a saco” decirlo así, je,je, pero es cierto: el Tuc deth Port de Vielha está justo encima del Túnel de Vielha por el cual pasa la N-230, por lo que ya te estarás haciendo una idea geográfica de dónde está este pico.
El punto de inicio: el aparcamiento que hay en el Refugio de Espitau (cerrado), cuyo acceso es desviándose a la derecha en la N-230 ,antes de entrar al túnel, viniendo de Barcelona.
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DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!
Empiezo a caminar pronto, sobre las 06:45 h , por el camino ancho paralelo al que hay para ir al Tuc de Molières.
El camino es ancho y con poca pendiente y ,en menos de 10 minutos, el track me desvía a la derecha por un sendero estrecho, en forma de “Z” o “S” y con una pendiente mucho más pronunciada de que la que llevaba hasta ahora. Aquí es donde hay que sacar la paciencia.
En un momento dado, entro en una zona de pinos, pero rápidamente salgo de ella.
Salgo a la zona despejada siguiendo el mismo tipo de camino, ya que estoy subiendo el Barranc deth Port. Lo que me espera hasta el siguiente cambio de ritmo, que será el collado, es todo subida.
Antes de llegar a éste, me encuentro una construcción muy singular: es un montón de piedras amontonadas que desde lejos parece un refugio de piedra para el resguardo en caso de emergencia, pero cuando me acerco a la puerta de entrada, me fijo que sus paredes interiores están hechas de hormigón, cosa que me hace pensar que por la posición (en la ladera de la montaña mirando hacia la parte de Cataluña) y por la construcción interior de las paredes (de hormigón) posiblemente podrían ser antiguos bunquers de guerra ahora adaptados a la Naturaleza cubriéndolos de piedras.
Llego hasta lo que sería el primer collado del día y allí me queda la última subida continua combinada con tramos más planos hasta el pico, que ya veo desde aquí. Casualmente, también hay un tipo de cabaña-bunquer en este lado de la montaña. Supongo que uno era para vigilar la parte de Cataluña y la otra de Francia.
Subo esta última tirada pasando por una zona de piedras fácil de superar, hasta llegar al pico.
Las vistas que tengo del pico con geniales, en las que puedo ver el Lac Redon, el Tuc de Molières y, escondido por las nubes, el Aneto, el Rey de la Zona
Fotos y video de rigor, continuo la ruta hacia el lago.
La bajada no es nada cómoda y el sendero es estrecho y con piedras. Curiosamente, voy pasando dos hileras de muros de piedras…¿protecciones para alguna guerra, quizás?. No se…
Bordeo el lago dejándolo a la izquierda y aquí el sendero es más cómodo.
La dirección es hacia el refugio pero, antes de llegar, engancho con el sendero que llega hasta él, por lo que lo dejo atrás.
A partir de ahora, el sendero es el más pedregoso que me he encontrado en la ruta, es el Barranc d’Estanc Redon, un rompe piernas de cambios de ritmos y de suelo, pero las vistas que tengo enfrente son geniales. Al final llegaré a la Ribera de Conangles.
Después de un buen rato, el sendero pedregoso se acaba pasando a una zona con un ritmo más normal y plano, hasta llegar otra vez al aparcamiento.
Pese a sus casi 1.000 m. de desnivel positivo, los cuales un 95% se hacen hasta llegar al pico, la ruta no se me hizo pesada o muy cuesta arriba. Si que es verdad, que eso es algo personal, pero no se si fue por las vistas o por los cambios de ritmo que hay, pero no se me hizo pesada. Hay otras rutas con menos metros en las que lo he pasado peor.
Para ir con niños, la recomiendo siempre y cuando tengan una edad prudente y estén acostumbrados a hacer mucha montaña.
MATERIAL QUE LLEVO EN MIS RUTAS DE MONTAÑA:
Los lagos son preciosos, siempre lo diré: donde hay agua hay buena fotografías. Ahora que los picos también son impresionantes. Abrazos Rafa.
Hola Antonio,
Si, son increíbles:tanto en formas, color de agua, lugares dónde te los puedes encontrar…
Impresionantes los picos que a veces me encuentro en los alrededores, que dan la sensación que los abracen.
Un abrazo Antonio!