Salgo, por unos momentos, del ámbito de la Naturaleza, para adentrarme en lo que es una oportunidad única y que no hay que desaprovechar: visitar la cárcel La Modelo en Barcelona.

Aprovechando la oportunidad que brinda el Ayuntamiento de Barcelona para visitar la ya clausurada cárcel de La Modelo en Barcelona, no me lo pensé dos veces y fui a ver cómo son estas instalaciones que han servido durante tantos años para albergar a gente famosa y de a pie. Antes que la derrumben, y toda la historia en forma de estancias desaparezca, decidí hacer la visita.

En el lugar que ocupa La Modelo, está previsto que se hagan pisos. Un cambio radical de escenario, ya que la zona pasará de tener una construcción diseñada para albergar presos y Mossos d’Escuadra paseando por la zona a tener pisos. El barrio, creo, ganará en calidad de vida… visualmente hablando…

Sin llegar a extenderme en el tema del texto y la historia de dicha construcción, te dejo lo que dice Wikipedia de ella.

En un principio, las visitas a La Modelo eran con visita concertada, pero yo simplemente me presenté allí, me registré y entré. Fácil y sin colas…

La primera estancia que se pisa es un patio donde uno se tiene que registrar, y después paso a una de las puertas de acceso general donde uno de los empleados de la misma cárcel, abre la puerta y ya veo uno de los pasillos, típicos de las películas.

 

 

 

 

A medida que recorro el pasillo, voy viendo en los laterales diferentes puertas con diversas estancias comunes.

 

 

Llegado al final del pasillo, otra puerta con la correspondiente garita con el empleado, abre la puerta para pasar a otro pasillo…y así durante tres pasillos en total hasta llegar a una zona que hace de distribuidor entre las diferentes galerías.

 

 

 

 

Me meto en una de ellas y ahora sí que tengo la sensación de ser un preso más, ya que delante de mí están las celdas a lado y lado de la galería y también arriba.

 

 

 

Algunas celdas tiene la puerta abierta. No lo dudo y entro en una para saber qué sensación se tiene al estar donde, hace apenas 5-6 meses, estaba viviendo un preso. La sensación es de agobio total y no me hago la idea de poder estar allí preso durante años, como mucho de los presos.

Detalles como las cisternas de los baños fuera de la celda y cerradas con verja, hace pensar en las posibilidades que podrían tener un sanitario ,tan común para nosotros, si hubieran estado dentro de la celda. Le hubieran dado otros usos, aparte del que ya tiene…

 

 

 

Salgo al patio de esta galería, que es el mayor de la cárcel. Desde allí se pueden ver las ventanas de las celdas y también el mal estado de la propia cárcel. Tenían una zona de “tienda” para comprar bebidas y algún tipo de alimentos.

 

 

 

Voy recorriendo las diferentes galerías y me voy encontrando con estancias como la barbería, la biblioteca…

 

 

 

 

 

 

 

Llego a la “zona vip” donde han representado y explicado las estancias de los presos más populares. Sin duda, una de las que llama más la atención es la de Juan José Moreno Cuenca “el Vaquilla”. Una historia singular la suya…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya de salida de toda la visita, y después de pasar por la zona del vis a vis, la última estancia singular es la paquetería, donde, además de hacer su función a la que fue asignada, también hubo una de las muertes más…no sé cómo definirla…pero yo diría como crueles, ya que se ejecutó a una persona mediante el método de Garrote Vil. En el suelo, una luz desde el techo, ilumina al suelo, donde había estado la macabra silla y actualmente hay 4 baldosas menos representado el sitio.

 

 

 

 

 

Salgo de La Modelo con una sensación rara, sin llegar a pensar, porque creo que hay que estar en la misma situación, cómo lo debe pasar un preso durante tiempo, mucho o poco, en esas situaciones: privado de la mayor de las licencias como es la libertad.