Salida con amig@s, que siempre va bien, y más una ruta bonita, exigente con espectaculares vistas. ¡Sube conmigo hasta el Pollegó Inferior!

De vez en cuando, y no pasa muy a menudo, los astros se alinean, y surge una salida en la que todo encaja: compañía, meteo, ruta, vistas…y eso es lo que pasa en la ruta de hoy, donde todo sale bien, o todo sale de la mejor forma posible y poder disfrutar de un buen día de ruta.

La ruta consta de unos 6,9 kms. y de unos 896 m. de desnivel positivos. Te dejo aquí el track.

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DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!

La ruta de hoy empieza en el aparcamiento del Mirador de Gresolet (Saldes, Alt Berguedà, Barcelona). En esta época, puede ser que te lo encuentres bastante lleno de coches y furgos, por lo que te recomiendo que llegues pronto para encontrar sitio. En caso de estar lleno, siempre se puede aparcar en los laterales de la carretera destinados para el aparcamiento.

Iniciamos la ruta, cogiendo un sendero con pendiente pronunciada y escaleras de piedra, bien indicado hacia el Refugio de Lluis Estasen.

Una vez llegado allí, el trayecto tradicional hacia el famoso Pedraforca es justo detrás del refugio, pero nosotros giramos 90º hacia la izquierda justo delante de éste.

Encaramos un sendero boscoso, de buen caminar al principio, pero que, a medida que vamos avanzando, éste va cogiendo pendiente ascendente, con unos tramos algo delicados (una cuerda), hasta dejar el bosque y llegar al Balcó de la Joaquima (2033 m.).

Las vistas desde allí ya empiezan a ser bonitas, contemplando los pueblos que hay en el grandioso y verde valle. Justo delante, otro de los grandes: La Gallina Pelada.

A partir de ahora, la cosa cambia totalmente, e iniciamos la segunda parte del trayecto totalmente diferente a la primera: pendiente mucho más exigente, cambio de tipo de terreno (mucha más piedra) y tanto vistas como entorno mucho más abierto y despejado.

La subida hasta el pico aconsejo hacerla a un ritmo en la que nos encontremos bien, sin correr, sin prisas, dosificando cada paso y cada entrada de aire que cojamos, disfrutando de las vistas…así, hasta llegar a la cima.

En ella, nos encontramos con el Rey de la zona, y casi diría de casi toda Cataluña, ya que desde muchos puntos de ésta se puede ver la forma tan singular que tiene: el Pedraforca. Esta singularidad (que se pueda ver desde muchos puntos de Cataluña) la comparte con la Montaña de Montserrat.

Las vistas geniales y sorprendentes de esos cortantes tan singulares son impresionantes. Se puede ver perfectamente la bajada del Pedraforca con el inicio de su famosa tartera (cantera).

Fotos y video de rigor y para abajo.

La bajada la hacemos exactamente por el mismo camino de subida.

Si en la subida hemos dosificado fuerzas, en la bajada hay que extremar precauciones, ya que hay algunos puntos (una cadena que hemos utilizado para subir y ahora para bajar) en los que hemos de tener cuidado y algunos pasos algo expuestos (nada peligrosos pero si a tener en cuenta).

Llegados al Balcó de la Joaquima, nos adentramos en el bosque para coger el sendero con algún punto delicado.

A medida que vamos bajando, el sendero se va haciendo cada vez plano y sólo con un punto singular y famoso: la base de la tartera (cantera). Hay que ir con precaución, ya que la mezcla de tierra y piedras, puede jugar malas pasadas.

Pasada la famosa tartera, el camino es aún más plano, con lo únicos “obstáculos” que son las raíces de los árboles.

Salimos del bosque para llegar otra vez hasta el Refugio de Lluis Estasen.

Giramos a la derecha e iniciamos el último tramo de sendero hasta la furgo.

CONCLUSIONES DE LA RUTA.

Si la ruta desde el mismo aparcamiento hasta el Pedraforca es chula, ésta (hasta su “hermano menor”) no deja de ser sorprendente también. No es tan exigente como la subida al “Pedra” pero sí que tiene sus exigentes tramos.
Muy aconsejable para disfrutar de la zona, de las vistas y ver, desde otra perspectiva, el famoso Pedraforca.

LA RUTA EN MOVIMIENTO