Una cima con unas vistas preciosas a un valle verde. Vente conmigo a admirar estas vistas desde Santa Fe.
Tercera ruta del fin de semana.¡Cómo se nota que tenía ganas de salir más allá de la comarca, je,je!.
Después de hacer el día anterior Roc de Galliner y Cogulló de Turp, me desplacé hasta el pueblo de Organyà para subir hasta Santa Fe.
La ruta consta de unos 5,7 kms. y de unos 492 m. de desnivel positivos. Te dejo aquí el track.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!
Dejo el coche en un hueco en la carretera de Organyà a Montanissell. Es una carretera estrecha y hay pocos sitios para aparcar, pero donde yo aparco hay como para estacionar 3-4 coches.
Mochila y cámara en mano, cojo la carretera pero a los pocos metros me desvío hacía la derecha para coger la pista de tierra.
A medida que voy andando, me alejo del pueblo que todavía duerme…
La zona impresiona con las montañas muy verticales y con esos “dientes” que tienen en sus laderas.
Llegado el momento, hago un giro de 90º a la izquierda para coger otro camino que me encara hacia la cima de hoy.
Es un poco más adelante, donde dejo los campos de cultivo y me adentro en el bosque, con una pista cuya pendiente es mucho mayor y me hace frenar un poco el ritmo.
Es una con una pendiente algo ascendiente que me va preparando para lo que va a venir…que no es poco…
Peeeero….”sorpresas te da la vida” cuando el track, inesperadamente, me hace girar otra vez 90ª a la izquierda para adentrarme aún más en bosque más tupido y con un sendero mucho más estrecho y más inclinado. Para acceder a este sendero, he de ayudarme con una cuerda que hay justo en la entrada a éste.
Aquí la cosa ya se pone un poco más seria, ya que hay que “meter primera y reductora” para subir, ya que el sendero es pedregoso y muy inclinado. Cuando encuentro algún claro, hago una foto a las vistas que me tapan los árboles.
Salgo de ese sendero a una pista y he de volver a coger otro sendero al que se accede de la misma forma, mediante una cuerda.
El siguiente sendero es igual de inclinado, estrecho, entre bosque y pedregoso.
Al cabo de un rato, llego a una bifurcación donde se une “el camino típico” con el mío. Giro a la derecha y lo empiezo a caminar, dándome cuenta es está en mucho mejor estado, de ahí que le llamo “el típico o turístico”.
Sigo este sendero con mucha menos inclinación y con bastantes más curvas hasta llegar a un collado donde tengo una vista geniales del entorno.
Ya me queda poco, ya que ahora he de coger a la izquierda por otro sendero pedregoso, despejado y en forma de “S” para llegar, en menos de 10 minutos a la cima de hoy.
Allí me encuentro con la ermita que preside y observa al pueblo de Organyà.
Las vistas del pueblo son geniales, y se pueden apreciar todos los campos verdes del alrededor del pueblo.
Fotos y video de rigor y para abajo por donde he venido, pero esta vez, donde me encontré con la bifurcación, he de girar a la derecha i así coger el “camino turístico”.
A medida que voy bajando, me voy cruzando con la pista y me voy encontrando, entre encuentro y encuentro, como los tramos del sendero son diferentes: uno más pedregoso, otro más suave, el principio mejor… Antes de llegar a este último tramo, llego al Coll Marí, donde hay un monumento a Mossen Cinto Jacint Verdaguer.
Cojo el último tramo, boscoso pero con algunos claros, que me lleva hasta la carretera y, de ahí, al coche.
Una ruta con unas vistas geniales desde los más alto. Si que es verdad, que el tramo de subida que hice al principio, no es para aconsejarlo a todo el mundo (por sus pendientes) así que aconsejo hacer el camino típico, aunque de muchas vistas no se tiene porque se va siempre entre bosque.
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Magnífica. Un abrazo Rafa
Hola Antonio,
Una ruta con un poco de todo y, sobretodo, unas buenas vistas.
Un abrazo!