Hacia tiempo que me rondaba por la cabeza el hacer una foto nocturna y, aunque se que es solo ponerse, no encontraba el momento, hasta que el miércoles 12 de Agosto me decidí.
Como no he probado mucho el Canon 50 mm 1.8 II en grandes espacios abiertos, decidí arriesgarme y llevármelo para ver qué tal. Cogí trípode, cámara, coche y ¡para la montaña!.
El punto elegido: la cornisa de Teià (El Maresme), a unos 440 m de altura y a unos 20 km al Norte de Barcelona, un lugar apartado de la contaminación lumínica. Con frontal en la cabeza, me adentro por un sendero y planto el trípode con la cámara enfocando al Maresme y Barcelona. Gracias a que no habían muchas nubes, pude contemplar un espectáculo de luces amarillas que pocas veces había visto.
Después de mucho probar (no estoy muy acostumbrado a la apertura y la focal fija del 50 mm), cambiando de tiempo de exposición y demás, hice unas cuantas tomas, algunas para montar una panorámica y otras intentando encuadrar el pueblo de Teià.
Al final de todo, el resultado es este.
Aquí está la panorámica de parte del Maresme con Barcelona al fondo.
Y tu ¿cómo haces las nocturnas?