Ruta espectacular, sobre todo si se hace con agua…y ya verás el por qué te lo digo, porque las vistas están más que aseguradas subiendo al Cap de la Boixassa.
Casi finales de Mayo, y en Cataluña llegamos unos días de lluvia casi cada día, y algunos, con intensidades muy fuertes. Esto es muy bueno, porque tal y como están los embalses y pantanos, toda lluvia es poca.
Gracias a esta lluvia, la ruta de hoy es una de las protagonistas, ya que hace que, al final de la ruta, ésta tome un carácter muy bonito y sea el agua la guindilla del recorrido de hoy.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!
La ruta la empiezo en el aparcamiento dels Empedrats, cerca del Refugio de Vents del Cadí, Parque natural de Cadí-Moixeró (Berguedà,Barcelona).
Empiezo a caminar por la pista dirección al pico, el cual casi se puede ver desde allí.
Al poco rato, me desvío a la derecha para coger un sendero que me romperá el ritmo durante un buen rato…pero para bien, ya que la zona es boscosa y, aunque no tenga grandes vistas, con un ritmo bueno, es moderada de superar.
Pasado un buen rato, dejo este sendero, ya que he llegado a la pista, la cual cojo a la derecha. Hasta aquí he superado la mitad de los metros de desnivel positivo, unos 450 m.
Después de coger un corto sendero, salgo otra vez a la misma pista y luego empiezo mi último ascenso hasta la cima, por un sendero estrecho y con buena pendiente. Con ésta, me “comeré” lo próximos casi 450 m. de desnivel.
Fotos y video de rigor y para abajo.
La bajada, por el mismo sendero hasta llegar a la pista.
Una vez en ella, la sigo hasta llegar a la general.
Una vez allí, la caminaré durante un ratillo hasta desviarme a la derecha para ir hasta el Salt de Murcurols.
Una vez visto, me dirijo otra vez a la pista para acercarme hasta el siguiente punto de interés: Dou de Baltareny.
Visto este singular punto, me dirijo otra vez hasta la pista hasta llegar al aparcamiento.
Ruta genial que, como te he dicho al inicio de la crónica, depende mucho de la lluvia caída los días anteriores.Si que es verdad que, si no llueve, la ruta se puede hacer igual (subir hasta la cima) pero lo bonito es acabar viendo algo diferente, como es ver el agua correr en plena naturaleza.
