Una ruta fresquita, en un lugar genial y con un final que te sorprenderá. ¿Nos vamos a mojar un poco los pies?
Finde muy caluroso que lo que más apetece es mojarse los pies en agua, si puede ser, algo fría. La ruta de hoy es, simplemente, para descubrir un lugar muy bonito y curioso. En ningún momento, describo esta ruta con el motivo o la intención de bañarse e invadir el lugar con el único motivo de bañarse y pasar el día, comiendo y “acampando” en la zona. Ese no es el motivo o la intención de describir esta ruta.
ESCUCHA LA RUTA EN MI PODCAST “PISANDO TIERRA”. (También en iTunes y Spotify)
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!
El punto de inicio de esta ruta es muy famoso, ya que es en el aparcamiento de Queralbs (Ripollés, Girona).
Subo dirección el pueblo, atravesando las instalaciones del cremallera.
Una vez pasadas, atravieso el bonito pueblo de Queralbs por sus calles, en ese momento, tranquilas.
Llego hasta la iglesia del siglo XV, cojo un pequeño callejón a la derecha y llego hasta la calle de arriba dónde llegaré a dejar el asfalto y empezar a pisar tierra.
A partir de aquí, empiezo a recorrer una zona expuesta a tramos, hasta llegar justo a tocar el rio.
El ambiente es fresquito, cosa que se agradece mucho.
Sigo el sendero boscoso, pasando por un sendero con algún trozo roto por las piedras e interrumpido por dos puentes de madera que atraviesa el río.
Después de todo, al final de este sendero, todo acaba en una grieta entre dos paredes de piedra, por la que el rio (en ese tramo en concreto) baja con un palmo de agua.
Botas y calcetines fuera, me adentro un poco en dicha griega, simplemente para hacer la foto y hacerme una idea del interior de esta grieta.
A los poco minutos, salgo del rio, me calzo las botas y calcetines e inicio el camino de vuelta.
La vuelta, con el cuerpo algo más fresquito, se me hace más amena.
Así hasta llegar al pueblo y volver a recorrer sus calles calurosas hasta llegar al aparcamiento.
Es un sitio singular, digno de visitarlo, ya que, sin llegar a ser un lugar maravilloso y excepcional, sí que tiene su encanto.
Me encantan esas edificaciones de piedra, esos pequeños arroyos, esos cañones estrechos, me encanta este tipo de ruta Rafa, un abrazo.
Hola Antonio,
La verdad es que fue un gran descubrimiento cuando lo vi en Instagram y, como estábamos cerca, decidimos ir a ver qué tal.Y la cosa salió bien.
Es un sitio genial, muy cerca del pueblo y accesible.
El lugar es muy bonito y me falta adentrarme un poco más en el estrecho para ver qué hay, je,je.
Un abrazo!