¡¡¡Piedras, piedras y más piedras!!!…además de buenas vistas y una experiencia brutal. Esto es subir a La Forcanada.
Primeras vacaciones de Agosto y toca, como no y en la medida que puedo, empezar a hacer rutas que me permitan subir a esos picos que en invierno o en temporada de nieve no puedo.
La ruta de hoy, estaba organizada con mis amigos Jordi y Santi, a lo que después se ha sumado un amigo de Jordi, Rafel.
Desde hace tiempo, Jordi y yo estuvimos hablando de hacer alguna ruta juntos. Nuestra amistad viene de hace unos años y todo empezó por una confusión de entrega de premios del concurso de Fotocims de la FEEC. Para no alargar el tema y resumir mucho, le “quité” el 2º premio je,je. A partir de ahí, nos vemos cuando podemos y aprovechamos que los tres, junto con Santi, no teníamos a La Forcanada (Vall d’Aran, Lleida) en nuestra lista para tachar del Repte dels 100 Cims.
La ruta prometía desde el primer momento. Sabíamos que no iba a ser una ruta tranquila, que sería larga y que, en los últimos metros, el trayecto iba a cambiar de tipo de terreno y que, igual, necesitaríamos ir cordados. Para ello, nos equipamos con el material adecuado (arnés, cuerdas, casco…) para tener una mayor seguridad en caso necesario. Para mí, era la primera vez que, si surgía, me encontraría en esta situación, ya que no he tocado nunca el mundo de las cuerdas.
La ruta consta de unos 14,1 kms. y de unos 1431 m. de desnivel positivos. Te dejo aquí el track.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!
Empezamos a caminar muy temprano, sobre las 5:35 h de la mañana (no tengo fotos del lugar del inicio pero lo puedes ver en el track) en un lugar al final de una pista.
La ventaja que tiene el empezar a caminar con frontal es que no tienes noción de dónde estás caminando (en general) y un@ va caminando y caminando sin más…También tiene la desventaja que no sabes, más o menos, el terreno por el que pisas: lo único que puedes ver claro es lo que alumbra el frontal y poco más.
Así que, caminando caminando y subiendo y subiendo, al final hago la primera foto de la ruta de las primeras luces.
Ya “ubicados” podemos empezar a hacernos una idea del entorno en el que estamos: subimos por un valle pedregoso, envuelto entre montañas y con el objetivo de hoy justo delante de nosotros.
Llegamos hasta el Lac deth Hòro donde hacemos un descanso y admiramos el pico de La Forconada iluminado con las primeras luces.
Seguimos caminando por un sendero estrecho bien marcado, a tramos plano a tramos de subida, hasta llegar a la primera pala con hierba y de piedras del trayecto.
Subida la primera, luego viene la segunda y así hasta llegar a la base de La Forcanada que es una lengua de piedras con sendero marcado.
Una vez subida esta parte “fácil”, llegamos hasta el primer collado donde nos ponemos el arnés por si acaso.
Por desgracia, no tengo muchas fotos de la subida, pero creo que con la que tengo, es la representación de todas. Primero atacamos La Forcanada Sur para luego bajar un poco y volver a subir un tramo para llegar a “la que cuenta” para el Repte dels 100 Cims. Aunque no haya podido hacer muchas fotos (tenía la cabeza ordenando a las extremidades dónde colocarse je,je) he de decir que no es una cima extremadamente difícil, sólo que hay que saber que, si colocas un pie mal o una mano no agarra la piedra adecuada, es posible que, si caes, te vayas unos cuantos metros para abajo. Con esto, no quiero meter miedo y quitarte de la cabeza que vayas. Al revés, te aconsejo que vayas y que lo hagas con gente experimentada en el tema de las cuerdas por si, en algún momento, necesitas utilizarlas.
Una vez subida una cima, bajar y seguir trepando, llegamos a La Forcanada.
Las vistas son geniales y un@ puede llegar a valorar, aún más, el esfuerzo que es llegar hasta aquí, y ya no sólo por la altura, sino por el tipo de subida que hay.
Fotos y video de rigor y para abajo.
Durante la bajada, hay que ponerle mucha más atención que en la subida, ya que el tipo de piedra lo requiere. Un@ no se puede agarrar allí dónde un@ quiere sino dónde realmente se puede.
Bajando bajando, llegamos hasta el collado dónde nos pusimos el arnés y ahora nos lo quitamos.
A partir de ahora es todo bajada…¡pero qué bajada!. La primera parte bien (la zona de la lengua de piedras) pero los siguientes tramos son puro martirio: primero pasando por unos laterales de las montañas, sin dificultad; luego bajando por una canal ancha llena de hierba y piedras que hizo la bajada horrorosa; llegada al lago cansado; y para finalizar, la parte de las piedras que, una parte, no habíamos visto durante la subida (era de noche) y que se me hizo eteeeeeerna, aquello no se acababa nunca, es un mar de piedras medianas que no dejan tregua a un posible descanso.
Al final, llegamos al inicio del bosque (deseando mentalmente “¡dónde está el parquing!”).
Después de unos 10 minutos caminado por el bosque, llegamos a la zona abierta dónde están los coches (ni nos habíamos dado cuenta de la magnitud de esta zona esta mañana je,je).
Como ruta, es una ruta exigente física y mentalmente. La última parte, antes de llegar a la cima, es exigente en lo que se refiere a que hay que estar atent@ dónde nos cogemos (pero como te he dicho antes, mejor ir acompañad@ de alguién que sepa de tema de cuerdas); y la última parte es cansina y hay que tirar de mente para no cansarse mientras que se pasa por taaaaanta piedra.