¿Quieres estar en China sin moverte de España?. Pues vente conmigo y te adentrarás en la Muralla China…de Finestres.
Hoy toca una ruta diferente…hoy no vamos a subir picos, sino que algo diferente…tan diferente como que vamos a irnos a recorrer, y adentrarnos, en un trocito de muralla china. ¿En España? Si, en España, y encima una muralla natural, sin que el hombre haya hecho nada para la formación de ésta.
Para ello, me tengo que ir hasta el pequeño aparcamiento que hay en uno de los extremos del Puente de Penavera (Huesca).
NOTA: RUTA HECHA EL 05/12/23.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!
Como te he comentado, salgo de uno de los extremos del puente. Para llegar hasta allí, se pasa por una pista de tierra.
Ya que he aparcado en uno de los extremos, he de atravesar el puente. Desde el medio del mismo, me doy cuenta del nivel tan bajo del Embalse de Canelles. Una pena…
Una vez al otro lado del puente, inicio la ruta por una pista de buen caminar, con algunos tramos planos, con otros suave y otros con bajada.
Durante un buen rato, y a medida que voy bordeando el embalse, mi único aliciente es ir mira el bajo nivel de agua y ver las diferentes texturas que, cuando tiene agua, no se ve. Es una pena que no tenga agua pero también es curioso ver lo que se esconde cuando está lleno…
Después de un buen rato, llego hasta el pueblo abandonado de Finestres.
Sólo queda una casa en buenas condiciones, aunque la estructura general del pueblo se conserva bien, con la calle principal del pueblo y las casas que la limitan.
Cojo la calle y, pasadas unas casas, giro a la derecha 90º para ir hasta la Ermita de Sant Marcos.
Cojo un sendero estrecho que me llevan hasta ella y allí tengo una perspectiva genial de lo que he venido a ver: la Muralla China.
Esta formación, que hasta la fecha sólo la había visto en fotos, impresiona mucho vista in-situ.
A un lado la muralla y al otro el Embalse de Canelles.
Fotos de rigor y me vuelvo para el pueblo.
Llego hasta él, y vuelvo a coger la calle principal dirección al centro de la muralla o lo que es lo mismo la Iglesia de Sant Miquel.
Para llegar hasta ella, llego hasta una parte alta, donde tengo la muralla justo delante, para luego bajar hasta una zona más sombría., siempre con la muralla a la derecha.
Después de una pequeña subida, llego hasta el margen de la muralla. Ahora sólo me queda salvar unos pequeños escalones de hierro y estaré dentro de la muralla.
La Iglesia de Sant Miquel conserva gran parte de la estructura y ocupa un lugar privilegiado.
Desde aquí, tengo unas vistas mucho más profundas y fiables de lo que es estar dentro de la muralla.
Fotos de rigor y salgo de ella por el mismo sitio por el que he entrado.
A partir de ahora es recorrer el mismo camino que me ha llevado hasta aquí: zona baja, el pueblo, la pista, el puente…y ya estoy en el aparcamiento.
No lo vamos a negar, porque geográficamente es innegable: la ruta hasta llegar a la muralla (objeto de la ruta) es realmente larga y con, en algunos momentos, falta de encanto. Si no fuera por la zona donde se empieza a ver el embalse, la ruta por la pista es aburrida y se puede hacer algo pesada de vuelta.
Pero no todo ha de ser “malo” sino que la guindilla de la ruta, la Muralla, es realmente sorprendente y digna de visitar.
