Venga, que no siempre van a ser rutas de montaña…pero sí que algo de montaña te voy a enseñar. Hoy toca una ruta con pasarelas de hierro y bonitas vistas: Pasarelas de Alquézar.
Ya sabes que, por norma general, en este blog siempre te explico rutas de montaña, cimas y demás. Pero también me gusta romper un poco la rutina e informarte o explicarte de otras rutas alternativas que me voy encontrando. Y la de hoy es una de ellas. Y digo “encontrando” porque llegué hasta Alquézar ( considerado Uno de los Pueblos Más Bonitos de España)por otro motivo y, ya que estaba allí, pues decidí hacer esta ruta cortita y con mucho encanto.
La ruta transcurre (por su parte más bonita y famosa) bordeando el Río Vero. Claro, si juntamos las palabras “pasarelas, rio, montaña”, te puedes imaginar que la cosa se puede poner algo “vertiginosa”. Pero nada más allá de eso. Sí que es verdad que las pasarelas están enganchadas a los laterales de las piedras a una altura considerable del río, pero en ningún momento tuve la sensación de que se movían, balanceaban o algo parecido. Todo muy seguro, de verdad…Quién tenga vértigo, que no sufra, que disfrute que es lo mejor.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!
El inicio de la ruta empieza justo al lado del ajuntamiento, en el casco antiguo del pueblo. Para acceder a ellas, hay que pasarse a comprar el ticket (5 euros adultos).
El inicio está bien señalizado con un operario municipal.
Describir detalladamente la ruta, sería muy laborioso, así que te diré que durante un buen rato, voy bajando, pasando por sendero, pasarelas de madera, escalones, zona sombría, entre enormes paredes de piedra…hasta llegar a una bifurcación. Allí, tengo la opción de ir a visitar una cueva al otro lado del rio.
Vista la cueva, vuelvo a la ruta y empiezo, ahora sí, a recorrerla por las pasarelas “colgantes”.
Durante un buen rato, me lo paso muy bien, subiendo y bajando las pasarelas, contemplando los grandes cortantes que me rodean y pasando por sitios emblemáticos e históricos.
Así, hasta llegar a un puente colgante (cortito y que no se mueve) en el cual hay dos puertas en el extremo.
Las paso y llego hasta un mirador, desde el cual puedo ver Alquézar desde abajo.
Vuelvo al sendero principal y, llego hasta una pista que es el tramo más pesado (sobretodo si hace calor) de la ruta, ya que ésta transcurre por unos campos de olivos y con poca sombra.
Pasada esta zona (unos 900 m.) llego hasta uno de los extremos del pueblo.
Como ves, vale mucho la pena pasar un rato recorriendo este lindo paraje. Que todo es muy seguro, de verdad te lo digo, así que no te lo pierdas y, si estás por la zona, dedica un poco de tiempo para hacer la ruta.
