Me meto en pleno Otoño en esta ruta. Pista, bosque, sendero pedregoso…todo esto me encontré en la ruta hacia Pedró de Matamala.
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DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!
Ya de buena mañana, aunque sean las 08:00 h, me encuentro con una sorpresa: la niebla baja. Aún y así, con mochilas encima, cojo una pista hormigonada dirección la montaña.
Paso por delante de una masía, la dejo a la izquierda, y continuo por la pista solitaria y con colores de Otoño.
Llego hasta una valla de hierro en la que me anuncia que es una propiedad privada en la que no puedo ir a buscar setas.
Continuo la pista y llego hasta otra intersección con anuncio: pista de la derecha, propiedad privada; pista de la izquierda, adelante. Así que me voy hacia la izquierda.
Continuo la pista hasta llegar a un campo con vacas. Subo hasta la pista hormigonada pegado a los hilos de alambre que delimitan la finca.
Una vez allí, todo es subir y subir con la niebla que me acompaña hasta llegar al punto dónde pasaré dos veces: una de ida y la otra de vuelta.
Me dirijo a la derecha por un sendero, en principio, sin marcar e intuitivo, adentrándome en el bosque. Pero unos metros más adelante, veo que está bien marcado y bien señalizado.
Subiendo y subiendo por un sendero roto y de subida constante, llego hasta la parte más plana.
Una vez allí, lo recorro unos metros, pero me he de salir de él para girar a la derecha. Y es aquí dónde empieza la parte más diferente de la ruta: desde aquí hasta la cima, todo será intuyendo el camino y siguiendo la dirección del track. Así, hasta llegar al vértice geodésico.
Las vistas que tengo…bueno…tu mism@ las puedes ver. Es una cima muy tapada por los árboles y apenas puedo ver algo entre las ramas.
Fotos y videos de rigor y sigo la ruta.
La sigo en el mismo sentido de marcha, entrando en una zona más despejada y de bajada. En poco rato, cojo otro sendero bien marcado y roto con piedras, con tramos de bajada y otros más planos, hasta llegar a una pista.
Allí cojo, de las tres opciones que tengo , la de más a la izquierda, una pista que sube.
Es a partir de aquí, que dejo de seguir las líneas amarillas para seguir las azules. Subiré y bajaré hasta la cota más alta, para después volver a subir, pasando por zonas de bosque geniales para esta estación…así hasta llegar a la pista general.
Sigo la pista y vuelvo a encontrarme con la bifurcación dónde me desvié a la derecha.
Ahora, simplemente es seguir la pista, cruzar el prado con las vacas, coger la otra pista y llegar hasta la furgo.
He de admitir, y las fotos lo corroboran, que la ruta, muchas vistes del entorno, no tiene, y menos la cima.
Es una ruta muy bonita para hacerla en Otoño con lo colores vivos y variados que esta estación nos puede llegar a ofrecer.
Me gusta el otoño con todas esas hojas que tiñen de dorado el paisaje, aquí en la serranía de Ronda hay muchos castaños y en estas fecha llega lo que llaman el «Bosque de Cobre», te dejo un reportaje que hice un año: https://fotosdeaquiydealla.wordpress.com/2016/01/26/otono-en-el-castanar-de-la-serrania-de-ronda-por-antonio-merida
Un abrazo Rafa.