Hoy toca subir a un pico llamado castillo pero sin haberlo físicamente. ¿Curioso? Si lo quieres saber, lee mi subida al Puig de Castell d’Arget.
Si, si, este pico se llama Puig de Castell d’Arget pero , en su cima no esperéis ver ningún castillo al completo. Pero no te desilusiones porque, aunque no haya castillo, la ruta vale mucho la pena.
Este pico está situado entre los límites del Empordá, la Garrotxa y el Vallespir (Girona), y más concretamente en la Sierra de Bac de Grillera, en el término municipal de Maçanet de Cabrenys.
La ruta de hoy es un poco dura y larga, ya que consta de unos 26 km. con unos 1.330 m. de desnivel positivos.
Dejo el coche en la último aparcamiento que hay en la zona boscosa cerca del pueblo de Albanyà. Dependiendo del la época del año, el camino podrá estar más o menos transitable.
Empiezo a caminar por la pista, de unos 4,5 km. Los alrededores están todavía muy verdes y las montañas se levantan muy cercanas a la pista. En todo momento puedo ver el objetivo de hoy: Puig de Castell d’Arget . Día propicio para caminar: tapado, sin calor, pero eso si, todo muy mojado.
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Acabo la pista, de subida al principio y acabando en bajada , hasta un árbol en medio de ella. Es allí cuando la dejo y cojo un camino a derecha donde me llevará a mi primer obstáculo de hoy: atravesar un rio. Ningún problema: fuera botas y calcetines y a mojarse los pies.
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Sigo la pista y, a unos 500 metros, me encuentro con otro rio, esta vez más pequeño. La misma operación y el mismo resultado: los pies mojados.
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Llego hasta una casa, la cual la bordeo y cojo un sendero que me adentra entre el bosque de encinas.
A partir de ahora, la ruta cambia totalmente, ya que el paisaje se ve tapado en la mayoría del trayecto y el sendero es con piedras y ascendente todo el rato.
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El sendero me deja ver, de vez en cuando, unos claros del paisaje.
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Llego a los pies del Puig de Castell d’Arget y me encuentro con una zona de cadenas para facilitar la subida. No es una zona difícil, pero las cadenas ayudan bastante.
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Llego a la cima y desde allí sí que puedo ver por dónde he venido y el verdor del bosque.
La niebla va envolviendo las montañas dejándome ver, por momento, todos los picos de la zona.
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Fotos y video de rigor y para abajo. Supero la zona de cadenas y giro a la derecha para empezar una zona de descenso.
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He de decir que es una zona que está muy bien marcada con pintadas amarillas y el sendero estrecho está bien marcado geográficamente hablando. Así que sólo tengo que seguir las marcas y dejarme llevar.
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Paso por ruinas abandonadas, antiguas masías, y voy siguiendo la ruta.
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En todo momento tengo el pico a mi derecha y voy viendo las laderas que lo forman.
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El sendero se va haciendo cada vez más ancho hasta llegar a una masía abandonada donde ahí sí que hay que ir campo a través (aconsejo seguir mi track) y llegar hasta la pista general, en descenso continuo, que me lleva hasta la zona de los ríos que he atravesado en el camino de ida.
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Antes, lo veo desde arriba, largo y marrón.
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Los vuelvo a atravesar, llego al árbol en medio de la carretera y sigo hasta que llego dónde está el coche.
Es una ruta larga, con cambios de desniveles por momentos. El verdor de la montaña en esta época la hace atractiva.
El otoño es buena estación para hacer rutas, siempre con la precaución de las tormentas. Ésta se ve muy bonita aunque no haya castillo al final. Un abrazo Rafa.
Hola Antonio,
El otoño es muy buena época para hacer rutas:no hace tanta calor,el bosque toma otro tipo de color…pero, en su contra, te puedes encontrar con alguna tormenta inesperada.
Ésta es una ruta que, si la pillas húmeda o con lluvia, puede llegar a ser algo molesta.
Un abrazo Antonio!
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El otoño es buena estación para hacer rutas, siempre con la precaución de las tormentas. Ésta se ve muy bonita aunque no haya castillo al final. Un abrazo Rafa.
Hola Antonio,
El otoño es muy buena época para hacer rutas:no hace tanta calor,el bosque toma otro tipo de color…pero, en su contra, te puedes encontrar con alguna tormenta inesperada.
Ésta es una ruta que, si la pillas húmeda o con lluvia, puede llegar a ser algo molesta.
Un abrazo Antonio!