Cortantes, buenas vistas, pantano, pista…todo esto para subir a Rocalta. Yo de ti, seguiría leyendo…
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. ¡EMPECEMOS A CAMINAR!
Para el inicio de esta ruta, me voy hasta el aparcamiento que hay en la Carretera d’Hortoneda (te aconsejo que mires el mapa de Wikiloc para situarte).
Empiezo a caminar antes de las 08:00 h y con el cielo tapado por la nube de polvo que nos invade estos días.
Carretera para abajo hasta llegar a una pista que me sale a la izquierda. No la cojo , sino que cojo un poco de campo a través y así no hacer tanta pista.
Al poco rato, conecto con la misma y empiezo a subirla y subirla, con una pendiente suave, hasta llegar a un mirador desde el que puedo admirar el Pantà de Sant Antoni. Primera prueba de fuego para l@s que tengáis vértigo: no os acerquéis mucho.
Continuo la ruta, saliéndome de la pista para coger un sendero que va muy al filo del cortante.
Salgo otra vez a la pista para coger otra zona de mayor pendiente y en la que el sendero va desapareciendo a tramos.
Al final, llego otra vez al cortante, bordeándolo otra vez, pasando por una zona muy singular de piedras acumuladas y teniendo la cima justo delante.
Pasados unos minutos, llego a ella.
Las vistas siguen siendo, y con perdón, las mismas que llevaba hasta ahora. Lo bueno de estos sitios y de vistas así es que, si te las encuentras de golpe, sorprenden mucho. Pero si llevas un buen rato viéndolas, pues cuando llegas a la cima, como que ya sorprenden menos…
Aún y así son dignas de admirar.
Fotos y video de rigor y sigo la ruta.
Para hacer el track algo más largo, me acerco hasta el Pico Fred. Para ello, he de salir del cortante y coger la pista hasta llegar a él.
Desde allí, puedo ver otro lado de las montañas de enfrente que desde el Rocalta no se ven.
Hechas las fotos, ahora sí, inicio la vuelta de la ruta por la pista, hasta llegar a un punto dónde giro a la derecha para coger un sendero estrecho y entre bosques.
Esta zona, hasta llegar a la carretera, es algo perdedora: es bonita porque pasa por toda la zona plana de la montaña, pero a veces el sendero se va perdiendo, cosa que hace que tenga que ir con el GPS en la mano. Así hasta llegar a la carretera.
Un tramo de ésta hasta llegar al aparcamiento y…¡ruta acabada!.
Si que es verdad que he cogido mucha pista, que a veces se puede hacer monótona. Pero, como me ha pasado en varias rutas del estilo, las vistas y el paraje compensa todo lo “malo” que tiene el tener que caminar y caminar por terrenos así.